viernes, 2 de julio de 2010

verano


Crear un mundo a partir del calor. Ese es el concepto. Si me lo pongo a pensar me parece paradójico. La obra sucede en verano, hace calor, y mucho. Yo odio el verano, es la estación del año en la que más sufro; creo que existe una transformación negativa en la gente. Más allá de "la buena onda" y las publicidades de Quilmes que joden durante tres meses creo que el verano es nocivo, no sólo por la temperatura sino también por como influye en las personas.
Uno se irrita, se pone molesto, incómodo. Si le sumamos a eso el oseo creamos una bomba de tiempo. Me ha pasado, como a varios, de tener que quedarme varios veranos en mí casa. Por un motivo u otro nos quedamos (mi familia y yo) todo el verano en casa.
Todo es hermoso al comienzo: tiempo libre, lecturas placenteras, algun cambio estético o espacial... Pero luego todo se comienza a transformarse en una lenta y calurosa expansión de tiempo. Los dias son eternos, por que anochese casi a las ocho y el día comienza a las seis, y las horas se derriten en relojes, como en un cuadro de Dalí.
La televisión habla siempre de lo mismo y la programación escasea. Las películas del cable las ví cien veces y hace calor para ir a buscar nuevas. La convivencia comienza a tensarse y la casa se convierte en una cárcel dónde haces amistad con el más fuerte y te aseguras un buena estadía. Comienzan las discuciones por el calor, la incomodidad, no se puede dormir bien y en el clima el aire cada vez es más espeso.
Pero esto no sólo sucede cuando nos quedamos en casa; irse de vacaciones es un desafio también. Aquí depende más el caso: si es con amigos o con familia. He vivido ambas y cada vez que las recuerdo analizo las relaciones. Es regla no viajar nunca de a tres. Nunca! Por lógica dos siempre estaran en contra de uno. Esta unión va rotando pero siempre habrá dos grupos marcados. Lo sé por experiencia.
Con "La Visita" quise generar eso, la incomodiad dentro del óseo; la temperatura más allá de la sensación térmica. Las relaciones entre personas que se conocen y con otras que no tanto. La observación de las personas fuera de su estado rutinario. Las uniones. Las presupocisiones. La tensión. El dolor y por sobre toda las cosas... Calor.
Juan M. Cervetto