martes, 15 de junio de 2010

diario de montaje


La semana pasada comenzamos a montar la segunda parte de la obra. Estabamos ansiosos y con ganas de llegar a esa instancia. El texto se sucede rápidamente, esta en evolución constante y para el espectador será interesante esa agilidad.

Los chicos se disponen con fácilidad al juego; en la historia hay momentos de todo tipo: desde lo más absurdo hasta lo más dramático. Por ahora nos avocamos a la comicidad. Investigando recursos y distintas maneras de contar esta obra que ,cada vez, se vuelve más profética
(ya me van a entender)...

La Visita esta latente todo el tiempo en lo cotidiano de todos. Es actual, vigente.
Nos pasa o alguna vez nos ha pasado. De ahi también el título: "La Visita", con esto me refiero a estos pasajes, a estas estadías de sentimientos o emociones, a estas visitas disparadas por alguna persona o factor que lo modifica todo, o casi todo.
A mí me pasa, a todos nos pasa. Con los actores tenemos un revivir constante de situaciones reales. Cada escena evoca algún recuerdo, alguna anegdota...

Me hace muy feliz ensayar esta obra, por que me da de todo. Me hace reír por momentos y por otros me hace pensar, que es en parte, lo que yo busco en el teatro.
Mi búsqueda orientada a la reflexión; al espejo de quien mire.
Una de las frases que más usé para explicarles la obra a los chicos de elenco (cuando empezamos) fue: "hacerse cargo". Creo que ese concepto será el subtexto que tendrán todos al salir de ver la obra...
En el momento que empecé a escribir (esta pieza), tuve que hacerme cargo yo también de cosas mías, mías y de otros. Escribir "La Visita" fue una liberación, fue poder hacerme cargo de varias cosas que tenía pendientes conmigo mismo.

Las semanas pasan y se hacen meses y cada vez estamos más cerca de terminar la puesta.
Emoción, ansiedad, nervios, ganas de mostrarnos, ganas de saltar y de un montón de cosas más. Pero paso a paso. Hay que dejar madurar...


Juan M. Cervetto